Los "huerfanatos"

“Los chicos que están en orfanatos, que yo los llamo huerfanatos, en general no van a la adopción y quedan pudriéndose en esas tumbas”. Así describe Médici a los institutos donde actualmente se encuentran alojados aproximadamente 20 mil niños, de acuerdo con estadísticas de Unicef, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y del Consejo de los Derechos de los Niños del gobierno porteño.

A pesar de que la adopción es un derecho reconocido en el artículo 21 de la Convención sobre los Derechos del Niño, en Argentina está arraigado el concepto pro-patronato. “Al juez le es más fácil retenerlos en institutos ya que si los da en adopción corre el riesgo de ser cuestionado”, explicó Médici, quien manifestó ser “uno de los pocos profesionales que abiertamente están en contra de la institucionalización de los niños”.

La presidenta de la Asociación Vivir cree que el mejor lugar para esos chicos sería con familias, ya sea biológicas, adoptivas o de guarda. La principal diferencia entre una familia y un instituto se da en el área emocional, psicológica y social de los niños.

Por otro lado, Krasnapolski denuncia que “en general el Estado dedica muy pocos fondos para que haya buenas instituciones”. Con esto se refiere no sólo a la alimentación sino también a la falta de recursos para contratar personal y para la formación del mismo. Según un trabajo realizado por Unicef, los establecimientos pertenecen en un 54,6 por ciento a ONGs y en un 45,4 a organismos gubernamentales.

Kon Gallego consideró que “debe aspirarse a que la ubicación transitoria sea lo más transitoria posible, sólo el tiempo imprescindible para agotar la investigación de las posibilidades reales de la familia biológica que se haga cargo de él, o bien de la búsqueda de una familia o entorno estable y definitivo en el que pueda crecer sanamente”.

En relación a esta concepción de la importancia que se le da a la familia biológica, Médici y Kon coinciden en que lo que hace padre o madre a una persona va más allá que la mera biología ya que tiene que ver más con el ejercicio de la función. “Hoy sabemos que no son padres quienes traen un niño al mundo sino quienes les garantizan sus derechos básicos: ser amados, educados, alimentados, ser protegidos, no ser violentados, ser respetados”, enumeró Kon y destacó que hay que “cambiar el paradigma social asentado en una concepción feudal de la paternidad y la maternidad”.

La licenciada Médici comentó que muchos padres dejan a sus niños en institutos y pasan a firmar un cuaderno una vez al año, y con eso ya está cubierto que cuidan a sus hijos. “Es bastante perverso el sistema. Esos chicos deberían poder darse en adopción”, opinó. Sin embargo, esto no es posible ya que el artículo 317 del Código Civil establece que para que los niños puedan ser declarados en estado de adoptabilidad se requiere que permanezcan al menos un año en estado de abandono.


Localización de los institutos

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